Cuatro formas de evitar las muertes en embarcaciones

La semana pasada, murieron al menos 81 personas y cientos están desaparecidas después de que se hundiera en el mar Mediterráneo un barco sobrecargado de migrantes. Se estima que iban unas 750 personas a bordo y hasta ahora sólo se han rescatado 104. La magnitud de esta tragedia es enorme. En muchas naciones -Pakistán, Afganistán, Siria y otros lugares- las familias esperan noticias, sumidas en el temor de que sus seres queridos hayan perecido mientras buscaban una vida más segura. La muerte de sus familiares se ha podido evitar.

La migración está creciendo dentro y fuera de las fronteras y, lamentablemente, los sistemas para ayudar a las personas desplazadas están muy mal preparados. En muchos países, los gobiernos no están dispuestos a prepararse. Sin embargo, no es necesario que se pierdan vidas. He aquí cuatro medidas básicas para prevenir la próxima tragedia migratoria:

1. Crear una vía de migración segura. Esto no significa crear una "frontera abierta". Las vías seguras de migración no ofrecen un libre acceso a cualquiera que quiera entrar a un país sin una audiencia de inmigración o un proceso de asilo. Simplemente significa que cuando una persona migra, sus derechos humanos básicos -incluyendo la vida, la libertad, la seguridad, la igualdad, la libertad de circulación y el derecho a solicitar asilo- están protegidos. La migración es una respuesta humana ante condiciones inseguras. Los gobiernos deben proporcionar un acceso justo, ordenado y humano al asilo. Programas como la Red de Salud ayudan a satisfacer las necesidades básicas de los migrantes. Estos programas deben reconocerse y ser expandidos.
    
2. Evitar la migración a través de una ayuda humanitaria que reconozca y aborde las profundas causas de la inestabilidad. La mejor y la manera más eficaz de evitar las muertes de los migrantes es evitando la migración. La gente huye sólo cuando se siente en peligro e insegura en sus hogares. Muchos migrantes sienten que la única opción que tienen es la de migrar. Las presiones generadas por la guerra, la violencia, la inestabilidad política, la inseguridad alimenticia y la pobreza pueden aminorarse con una ayuda humanitaria que sea suficiente y que esté bien distribuida, de modo que las personas puedan elegir permanecer con sus familias de manera segura y en sus comunidades resilientes.
    
3. Prepararse para la migración causada por el cambio climático. En las últimas seis semanas, la mitad de la población de Estados Unidos ha sufrido condiciones climáticas extremas; el Atlántico Norte ha registrado un calentamiento sin precedentes; al menos 96 personas han muerto durante varios días de calor extremo en India y Pakistán, con temperaturas que se espera alcancen los 122 grados Fahrenheit. México, China y Europa también están experimentando condiciones climáticas extremas esta semana. A medida que avance el cambio climático, más personas se verán obligadas a abandonar sus hogares. Para muchos, un desastre provocado por la crisis climática agrava los condicionantes existentes que desestabilizan sus vidas. En el reportaje de CNN sobre la tragedia de la embarcación pesquera, en el que se hace referencia a una comunidad paquistaní de 12.000 personas en la región de Cachemira de la que se  desconoce el paradero de 22 de sus miembros, mencionaba la falta de oportunidades de trabajo y la inflación como razones para la migración, obviando reseñar que casi el 70% de la población de Cachemira trabaja directa o indirectamente en la agricultura y que el cambio climático ha alterado rápidamente tanto los ciclos estacionales como el deshiele de los glaciares, generando grandes inundaciones en primavera para luego experimentar sequías devastadoras en el verano, dejando el año pasado a los agricultores sin alimentos para sus familias. Los gobiernos no están satisfaciendo las necesidades actuales de los migrantes y no han empezado a prepararse para los cientos de millones y posiblemente millardos de migrantes que puedan generarse con ocasión al cambio climático en los próximos años, cuyo número se prevé que pase de 216 millones a más de 1 millardo de personas.
    
4. Tomarse en serio el cambio climático. Del mismo modo que necesitamos proporcionar ayuda humanitaria para estabilizar las comunidades y evitar que la gente migre, necesitamos estabilizar nuestro planeta para reducir el número de catástrofes que llevan a la gente a huir. Nuestras economías deben apartarse urgentemente de las economías basadas en la producción de combustibles fósiles. La crisis climática, la mayor emergencia a la que nos hemos enfrentado hasta la fecha y que generará, si no se controla, el mayor número de migrantes jamás conocido, debe afrontarse con medidas contundentes e inmediatas.